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Entrevista al profesor Gustavo Piérola (Parte II)

Continuación de la entrevista realizada a Gustavo Piérola, autor del libro “Sueños en la Avenida Oblicua – Historias del Atlético Echagüe Club”, que además fue deportista y empleado del club.

– Hay una historia conmovedora y de superación de Verónica Piérola,  jugadora en básquet femenino, ¿qué puede decirme de ella y su trayectoria?

– Verónica es mi hija y siento un gran orgullo y amor por todo lo que ha sido en su entrega y su lucha ya sea en el deporte, como así también y  especialmente, en todo lo que ha sabido y podido sobrellevar en la vida. Por eso, las palabras de Mahatma Gandhi son un homenaje a ella por cómo ha enfrentado la vida.

La alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha y
en la victoria misma. Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”. Mahatma Gandhi.

– Aparece un relato muy emotivo sobre Facundo Butta Allende, deportista destacado con Síndrome de Down. Es una satisfacción muy grande que el deporte actual no sea sólo propio de los súper atletas sino de toda la sociedad.

– En el libro hay un relato – El Facu – que resalta toda su trayectoria humana y deportiva como así también el amor, el esfuerzo y la dedicación de toda su familia. Su madre Claudia, su padre Mario y sus hermanas, todos deportistas del club, le marcaron a Facu un camino de absoluta libertad para desarrollarse socialmente. Echagüe como institución, no ha sido ajeno, por años ha sido política institucional abrir las puertas a todas las entidades dedicadas a atender cualquier tipo de discapacidad. Los logros deportivos, sociales y profesionales de Facu le han demostrado a la sociedad que con esfuerzo y dedicación todo se puede.

– Dentro de los grandes ídolos del club, a nivel de deportistas porque hubo también grandes maestros en la conducción deportiva que los formaron, es ineludible no mencionar a Luis Zoff, Mario Cipriani y Aníbal Sánchez, pecando por no hacerlo con otros por una cuestión de espacio. Usted los vio en acción a los tres, ¿qué podría decir sucintamente de cada uno?

– En lo personal, cuando con 15 o 16 años comienzo a jugar en Primera División de básquetbol del club.  Estaban allí como titulares indiscutidos esos dos grandes jugadores que aparte de su club, formaron parte de seleccionados paranaenses, entrerrianos y nacionales. Mario Cipriani y Luis Zoff fueron dos grandes ejemplos  para quienes seguimos sus caminos humanos y deportivos. Aníbal Sánchez fue de una generación posterior que le dio al club un impresionante salto cualitativo que lo llevó a formar parte también de todos los seleccionados posibles. El gran compromiso y profesionalismo de Aníbal lo llevaron a ser un ídolo y referente indiscutido en aquellos primeros años de la Liga Nacional de Básquetbol.

Luis Zoff (izquierda), Aníbal Sánchez (centro) y Mario Cipriani (derecha).

 – De los deportes que ya no se practican en el club aparecen dos muy particulares: la esgrima y el tiro con arco. ¿Cómo fueron sus movimientos en aquel momento?

– A la Esgrima nunca lo practiqué pero sí lo viví cuando chico. Fue un deporte que tuvo una gran presencia en nuestra sociedad practicándose en varios clubes y Echagüe tuvo el placer de ser uno de ellos. Por el club aparece de la mano de su  gran maestro Mario Castell en 1967 y tuvo una corta vida institucional pero de mucha intensidad. La esgrima le dio varios trofeos al club en los años que supo practicarse.

– El Tiro con Arco también tuvo una corta vida en el club pero también muy intensa. Era la gran admiración de chicos y chicas de otros deportes sentándose a un costado a disfrutar de esos arqueros y arqueras recordando algunas películas del lejano Oeste norteamericano. Roberto Zamboni fue quien llevó la modalidad al club y es una pena que no haya persistido.

El Judo se incorporó al club en el año 1966. A la izquierda el instructor José Alberto Vivas quien inició este deporte en el club.

– Hubo un evento que marcó el carácter y templanza de los socios que fue aquel “abrazo simbólico”  que realizaron para que el club pueda mantener su patrimonio en una época difícil, ¿qué se acuerda de aquel hecho?

– Corría el año 2003, Argentina y la sociedad en general pasaban por momentos difíciles y de gran incertidumbre.  Desgraciadamente las instituciones deportivas dependen solamente del aporte de los socios y cuando la situación política, social y económica llega a situaciones de incomprensibles crisis en un país tan rico como el nuestro, esta  triste realidad  se hace sentir en los bolsillos familiares. Las familias tienen que optar por prioridades para subsistir y los clubes no son una de ellas.

– Echagüe fue un club que llegó a tener casi 5.000 socios en épocas en que las familias, los amigos y el barrio aportaban mensualmente sin necesidad de recibir servicios a cambio. El intercambio era el orgullo de sentirse echagüense y colaborar al respecto. En ese 2003 había solamente 400 socios aportando su cuota.

– Echagüe tenía varios juicios  laborales y comerciales que estaban poniendo en riesgo el patrimonio institucional logrado con el esfuerzo de muchas generaciones de dirigentes y socios. Se formó una Comisión Directiva transitoria antes de llamar a la asamblea con el fin de tratar de superar los posibles embargos y pérdidas de patrimonio. El abrazo surgió de esa Comisión con la idea de hacer un llamado a los corazones y conciencias azules y negras. Así se hizo y fue un encuentro inolvidable que demostró con ese gran abrazo a la manzana que Echagüe seguiría vivo sea como sea.

– Teniendo en cuenta la importancia de los clubes de barrio, cómo ha visto la relación entre los clubes de la ciudad que además de competir defendiendo los colores de cada uno deportivamente, deberían aunarse en pos de permanecer en el tiempo debido a la importancia que revisten en épocas de tremendas crisis.

– Como dije anteriormente los clubes en nuestra sociedad cumplen un papel indispensable que no es valorado como debería ser por la sociedad en general y en especial por quienes dirigen políticamente nuestro país, nuestras ciudades y provincias. Los clubes no son empresas privadas, son organizaciones de la sociedad que están cumpliendo con mucho esfuerzo responsabilidades deportivas, sociales y recreativas que deberían ser apuntaladas, apoyadas y controladas por los diferentes estamentos del Estado. Los diferentes gobiernos deberían estar presentes en todos los sentidos dando todo tipo de facilidades para que los clubes que ya existen se desarrollen y para que se generen nuevos clubes en los barrios que no existen. Detrás de los clubes hay un esfuerzo humano imprescindible sin costos para el Estado. Los clubes deberían también valorar y valorarse logrando que toda la comunidad deportiva  se una para defender y mejorar lo ya hecho.

– El Libro Sueños en la Avenida Oblicua es un poco eso, resaltar y valorar el esfuerzo humano que día a día mantiene y desarrolla las instituciones deportivas.

Gustavo Alfredo Piérola
Nacimiento: 05 de junio de 1954 – Paraná Entre Ríos.
Socio Atlético Echague Club N° 17.
Profesor de Educación Física
Cinco hijos: Verónica – Alvarinho – Ernesto – Fernando – Emilio.

Es mi deseo expresar un enorme agradecimiento a Gustavo Piérola por haberme concedido la entrevista. Gabriel Lucrani.